Frei Denker

El suicidio se convierte en un intento que termina muchas veces a mitad de camino. Eso es mucho más doloroso que llegar a cumplir la meta. Y por ser concientes tan de eso, muchos no logran morir. Como siempre, el poder de la mente es tan magnífico (y aterrador a veces) que provoca semejantes imposibilidades. No es problemático el suicidio, sino el intento trunco.

De eso se trata el autoritarismo que cubre la muerte. Ese que está dentro nuestro y creemos poder manipular. Error.

Si tuviera el poder emocional y mental de saber que podría morir cuando yo lo decida, entonces la muerte para mí ya hubiera sucedido. Pues no hay mucho que pensar. EL segundo de ira culmina cuando llega la muerte. Es sólo eso. NO hay qué pensar. Cuanto más se piensa la muerte más terrible es. Cuando se hace lo mismo con una vida desierta de sueños y buenos aconteceres es inevitable pensar que lo más horrible que puede pasarnos no es la muerte, sino esa vida misma. Porque puede que las cosas no salgan como tú quieres. Pero no puede ocurrir que no sueñes con ello. Y hoy alguien dejará de soñar. Y morirá. Pero también hoy alguien dejará de soñar. Y no lo dejarán morir. Su agonía será tan extensa como la vida gris topo que DEBE atravesar.

Si podés, la muerte es la mejor opción... entre una vida de sueños rocosos.

Es que a veces la muerte no parece la mejor opción. Resulta la única opción para alguien que dejó de soñar y perdió, al menos por unos segundos (los segundos que alcanzan para cometer el suicidio) todas las esperanzas.

Ha de ser horrible el intento trunco.

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Saludos, espero que el 2007 te trate bien. Gracias por visitar mi blog.