Frei Denker

22.6.06

MUÑEQUITOS DE CERA

Siniestro. Estratega por excelencia. Un ser de caprichosa ideología fundada en argumentos perversos y pancistas. Quizás el autoritario dictador más fanático que alguna vez existiera sobre la faz de la tierra. El hombre que con su soberbia figura intimida a todo aquel que haya cruzado una mirada ó vea su imagen. El monstruo del que nunca nadie podrá olvidarse contó con seguidores y fanáticos por doquier. Parece ser inmortal... Su nombre: Ludwig Muster.

El pequeño pueblito de Braunau-am-Inn lo vio nacer, pero su odio hacia el cóctel de Checos, Polacos, Húngaros, Serbios, Croatas y los siempre presentes judíos lo hizo partir a donde ya nadie puede ver. Ludwig Muster emprendió un viaje sin retorno un 5 de mayo de 1914, con todos sus pasos fríamente diagramados sobre una tierra que ya lo señalaba como propietario indiscutido. Tierra a la cual admiraba y de la que ya nadie recuerda su nombre.

Desde pequeño le gustaron los juegos de estrategias y guerras. Tanto que fue armando durante su adolescencia planes que luego utilizó para exterminar personas, en gran mayoría judíos, pero ésta vez de carne y hueso. Su fascinación por las cámaras de gas y los hornos de incineración gigantesca le sirvió como medio para perpetrar los asesinatos deseados. Del primer centenar de víctimas, Ludwig fue el autor material e intelectual… eran terroristas que, supuestamente, planeaban matarlo. Pero con eso no habría aprovechado lo suficiente todas sus estrategias… atacó Polonia, Noruega, Dinamarca, Bélgica, los Países Bajos, Francia y rompió el tratado de paz que había firmado con la Unión Soviética.

En 12 años -desde 1933 a 1945- eliminó cerca de 12 millones de personas: entre ellas estaban sus seis hijos, su mujer y el mismísimo Ludwig Muster.

A juggler IN THE MOON 5:11 p. m. .

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