24.3.06
MEMORIA LLENA
30.000, 30… Números, sólo números. ¿Es acaso determinante el número? No, claro que no. Pareciera que nos mueve un ranking, un ranking falso, mentiroso. La locura en la que estuvo inmerso nuestro país no es cuantitativa. Es una locura que no queremos que se repita… O tal vez sí. ¿Aprovechamos los medios? ¿Los tenemos? ¿Los buscamos o destruimos?. Muchos nos jactamos de condenar, otros –desde el anonimato en su mayoría- apañan. Y esos otros no son los nietos de Videla, Massera ni Agosti. Sos vos, que estás al lado mío sentado tomando un café. Sos vos, mi vecino de siempre, el que todos los días me saluda con una gran sonrisa. Sos vos, al que veo ir todos los domingos a la iglesia. Estamos rodeados. Ojos como esos me apuntan más de lo que parece. No son sólo los Hadad, Gelblum ni Neustadt. Ellos tienen más poder y vos -sí, vos, el que cree y apoya- nada de poder. Y cotidianamente no imaginamos un futuro sometido a militares. Adhiero y disiento con ellos, quienes imaginan tan poco. El justificativo seguro es que “la juventud recordó a los actos conmemorativos de los 30 años”. ¿Y qué son 30 años? ¿No es lo mismo 29? ¿Acaso 18? Mi deseo es creer que no conmemoramos por inercia, que no “festejamos” la nueva determinación de hacer del 24 de marzo un feriado nacional. ¿Y quién no escuchó ó, peor aún, no dijo “que bueeeeeeno… el viernes no laburo, no estudio…”? Salvando las distancias -si es que alguien quiere hacer énfasis en las diferencias que existen- ¿cómo es que un genocida (tal como Videla, por sólo nombrar a uno de los miles que pueden citarse, recordarse y repudiarse) como Julio Argentino Roca es la “cara bonita” e imagen representativa de uno de nuestros billetes? Vergüenza, eso es lo que siento. Yo no sé lo que es vivir la dictadura y tampoco sé si me serviría sufrirla. De lo que sí estoy segura es que no todo es tan distinto a lo de aquella época. En su momento muchos argentinos no se dieron cuenta –en la mayoría de os casos, entendiblemente- de lo que pasaba a sólo metros de ellos. Hoy debemos haber aprendido de eso, y entender que nada es color rosa como lo vemos. Que no somos tan libres como pensamos que somos. Que estamos regidos por una pseudo izquierda. Que la educación es cada vez más y más mediocre y lamentable. Ese fue el blanco de la Junta Militar. Somos muñequitos de cera derritiéndonos de a poquito. No es la misma metodología que hace 30 años, hoy nos morimos lentamente. No caemos de un avión, pero las almas se consumen y nosotros junto a ellas.
Hoy, 24 de marzo de 2006, a 30 años de la
dictadura, lo recuerdo, lo repudios, lo transmito y participo. Mañana ya no significará, todo será en mi mente parte de la historia olvidada, como te pasará a vos, que todavía estás acá…
A juggler IN THE MOON 2:09 p. m.
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