Frei Denker

Ésta tarde volví a sufrirlo. Hacía tiempo que no advertía su presencia. Era un sentimiento de asfixia. Parecía agonizar. Infinidad de diapositivas antiguas abrumaron mi mente. Cada segundo, cada minuto y cada hora agravaban aún más mi situación crítica. Ruidos no habituales rompían el cálido silencio para advertirme el infierno futuro. Hombres y mujeres estelares perturbaban mi estado. Su dudoso existir agotaba mi ser. Una bocanada de calor me hizo parpadear y destruyó mis vastos pensamientos excepcionales. Ya era el momento de esperar. Nada estaba en manos de nadie. Todo fue diluyéndose poco a poco. Esta vez sí sabía cuando volvería a convertirme en agua… o en roca. ¿Escasas? dos semanas.